Su fisonomía alegre y animada beneficia a los demás
Conservando su fisonomía alegre y animada beneficiará no sólo a los demás, sino también a usted mismo. Cuando ocurra algo desagradable, muéstrese alegre y con entusiasmo, pues así se sentirá realmente más animado y alegre. Cuando esté alegre, ría. La situación inversa también es verdadera: riendo se puede levantar el ánimo y sentir alegría. Por eso, cuanto más deprimido se sienta, mayor será la necesidad de mostrar una fisonomía alegre y con entusiasmo. No diga: “es mi rostro y tengo el derecho de estar con el semblante malhumorado que desee”. En su lugar, afirme: “el rostro es mío y tengo el derecho de mostrar el semblante alegre y sonriente, no importándome lo que digan los demás o lo que esté sucediendo a mi alrededor”. Viva alegre y feliz.
Alegrándose tendrá buenas ideas
Cuando usted está contento consigo mismo todo le sale bien, y le surgen buenas ideas naturalmente. Pero cuando no lo está, no le ocurre nada de esto. Al poner en acción las buenas ideas que engendró, infaliblemente obtendrá éxito. Estudiando o trabajando con alegría, alcanzará grandes progresos y hará felices a sus familiares, a los amigos y a las demás personas a su alrededor. Además, será más inteligente y sano. Entonces, la vida será realmente bella.
Viviendo con alegría, se consigue éxito en la vida
Las personas alegres alcanzan la felicidad con mayor facilidad. Ellas benefician al mundo, tienen larga vida, conviven bien con todos y logran éxito en la vida. No nacimos en este mundo para hablar mal de los demás u odiar al prójimo. Nacimos para descubrir cosas buenas, para expresarnos bien de los demás y para vivir con alegría. Vamos, pues, a esforzarnos para vivir siempre alegres y animados, considerando que es un deber que nos corresponde. (Fuente: Guía para una Vida Feliz. Pág.108,109. Masaharu Taniguchi)